NeoFronteras

Pesticidas y salud humana

Área: Medio ambiente — jueves, 24 de febrero de 2011

Se ha encontrado que numerosos pesticidas presentes en los alimentos interfieren con el sistema hormonal humano.

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Unos inocentes fresones pueden contener fungicidas. Fuente: NeoFronteras.

La agricultura intensiva actual proporciona alimentos baratos y asequibles para muchos, pero vienen junto a graves costes medioambientales. Uno de esos costes puede ser el que ha puesto de manifiesto un estudio reciente realizado por científicos británicos. Según ellos muchos pesticidas usados en la agricultura interfieren con la actividad hormonal.
Estos expertos recomiendan encarecidamente que urgentemente se hagan pruebas de todos los pesticidas para ver si interfieren con las hormonas masculinas, como la testosterona o los andrógenos, hormonas críticas para la salud del sistema reproductor de los varones.
Andreas Kortenkamp y sus colaboradores del Centro de Toxicología de Londres encontraron que 30 de los 37 pesticidas más usados tenían una acción que bloqueaba o imitaba la acción de las hormonas masculinas. En 16 de esos 30 compuestos se ha descubierto una actividad de interferencia hormonal por primera vez, mientras que ya había pruebas previas al respecto sobre los otros 14.
La mayoría de estas sustancias se usan como fungicidas en frutas y vegetales que incluyen cultivos tan corrientes como la fresa o la lechuga.
Otros expertos del campo (y no implicados en el estudio) no muestran sorpresa por el resultado e incluso sospechan que debe de haber muchas más sustancias de estas cuyo peligro no se pone de manifiesto debido a la carencia de estudios.
Estos resultados llegan justo cuando la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU ha encontrado oposición por parte de la industria en este asunto, precisamente cuando ha ampliado su programa de estudio de estas sustancias. Estudio que requiere el análisis de 200 productos químicos que se encuentran en el agua y la comida para ver si interfieren con el sistema endocrino. Ninguno de los 16 compuestos químicos señalados en el estudio británico se incluye en esa lista de esos 200 compuestos.
Los ensayos realizados por los expertos británicos se realizaron in vitro con cultivos de células humanas. Aunque es una técnica clásica de estudio del efecto de estas sustancias, siempre queda el factor de su concentración en los alimentos y el agua, por lo que habría que calibrar su verdadero efecto. Pero los fetos y los niños estarían expuestos a un riesgo mayor.
Se ha acusado a los pesticidas de ser los responsables de las deformidades genitales en niños, de la disminución de la calidad del esperma y del aumento de la incidencia del cáncer de testículos.
El artículo, que ha sido calificado como de muy importante por parte de otros expertos, señala la disparidad entre el amplio uso de pesticidas en el mundo actual y lo poco que se sabe sobre sus posibles consecuencias sobre la salud humana.
Entre los pesticidas señalados por el estudio como disruptores hormonales están: fludioxonil, fenhexamid, dimethomorph, imazalil, ortho-phenylphenol, pirimiphos-methyl y fenitrothion. Muchos se encuentran presentes como residuo en los alimentos y han sido usados durante muchos años.
Los investigadores sugieren que se usen animales de laboratorios, en una nueva ronda de estudios, para comprobar los efectos que estas sustancias pueden tener. Según afirman, para algunas de estas sustancias es urgente que se realicen estas pruebas.

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Fuentes y referencias:
Noticia en Sientific American.
Artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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15 Comentarios

  1. lluís:

    Espeluznante lo que podría llegar a pasar en un futuro no demasiado lejano..como para quejarse por los «transgénicos».Sin ser un experto también me parece un estudio muy importante y desde luego deberián hacerse esas pruebas cuanto antes..si es que se llega a tiempo.

  2. jesus.on:

    Valla, me pilla medio de sorpresa esta noticia. Ya sabía que tanto veneno para matar bichos que se comen nuestra comida, no tenía que ser bueno. Pero que no se hagan apenas estudios sobre este tema que afecta a todo el que tiene que comer, que ceo que somos todos, es un tanto alarmante.
    También leí que el aumento de canceres no solo está ligado al aumento en la edad sino que estaba más ligado a la inmensa cantidad de sustancias artificiales que nos rodean, muchas de ellas toxicas. Esto es lo mismo que ocurre con los venenos de artículo. Debería haber más difusión sobre estas noticias, más investigación y sobretodo más control por los organismos públicos encargados de estos menesteres.
    Otra cosa seria que no se usaran y que se comieran alimentos menos “bonitos” y más naturales.

  3. tomás:

    Creo que nuestras quejas y temores están plenamente justificados. Supongo que habrá algo más, pero siempre me ha dado qué pensar la proliferación de alergias, cánceres y la muy actual, pero con no menos de 20 o 30 años, debilidad de los espermatozoides.
    Nos amenazan, no solo los pesticidas, sino también el mercurio en el pescado, el plomo y otros productos de la quema de los combustibles fósiles y sospecho que muchos más.
    Me sumo al «vaya» de juesús.on cuando observo la cúpula de smog sobre la ciudad, guardián de toda la basura aérea que hemos de respirar.
    Aconsejo no reírse del tema porque acaba uno tosiendo. Mejor abstenerse de comer y respirar.

  4. Miguel Angel:

    Estimados lectores: el asunto de los pesticidas y abonos no tendrá solución mientras sigamos viviendo en esta «sociedad competitiva» de la que habla con gran acierto Eduardo Punset.

    Podemos prohibir su uso, pero… ¿va a cumplir todo el mundo?
    ¿quién y con qué medios va a llevar el control?

    Pensemos ahora en una «sociedad de colaboración», donde los intereses personales son desplazados por el «bien común» de La Tierra, donde no tiene lugar el miedo a arruinarsse por una mala cosecha porque el respaldo que recibirá el agricultor será absoluto… pero…¿cómo podriamos llevarlo a cabo?

  5. tomás:

    En efecto, Miguel Angel, vivimos en una sociedad competitiva general interrumpida por altruismos puntuales. Posiblemente el ser humano es competitivo por naturaleza darwiniana. Sin embargo la educación y la cultura es capaz de muchos logros. Lo lamentable es que si, en la relación mínima, dos personas, una de ellas es competitiva, el otro está obligado a serlo también o marchar lejos si no quiere acabar esclavo. No sé; ¿será tal la causa de tanto divorcio?
    Fíjate lo que vemos: el mayor enemigo siempre es el más cercano. Si alguien está lejos no puede ser amigo ni enemigo, porque quizá ni sabes de él.
    Citas a Punset. Me cae bien y estoy leyendo a ratos su libro «Viaje al poder de la mente». Aunque llevo poco, eso de «aprender a desaprender» lo encuentro contradictorio, ya que luego deberé desaprender lo aprendido a desaprender. Tampoco me convence nada su definición de felicidad y mucho menos la de belleza -pg. 17-. Ausencia de dolor puede ser también anestesia.
    Pero mejor, si logro terminarlo, dar la opinión definitiva después.
    Se ha iniciado un tema muy interesante y yo he expresado un batiburrillo de opiniones. Bueno espero de vosotros algo mejor que lo mío.
    Un cordial saludo.

  6. Jose M. Pineiro:

    No veo la cosa tan escandalosa.
    Parece bastante razonable que un veneno diseñado para matar insectos u hongos acabe afectandonos de alguna manera. Hace mucho que se sospechaba que podian interferir con nuestro sistema hormonal.

    Por una parte, el problema parece no tener solucion por el momento. Los pesticidas no solo permiten producir alimentos más economicos, sino tambien permiten producir mucha mayor cantidad.
    Sin los pesticidas buena parte de la pobalcion no podria pagar los alñimentos necesarios y no habria alimentos para todo el mundo por mucho que los pudieramos pagar.

    Si los efectos finales se limitan a una reducción de la fertilidad, tampoco es tan grave. Por el momento nuestra fertilidad parece ser excesiva y es la que nos ha metido en este lío.

  7. Miguel Angel:

    Estimado tomás: precisamente el desaprendizaje implica un proceso contínuo de aprender-desaprender-aprender, se trata de estar abierto a los cambios y a los nuevos descubrimientos o avances científicos, de tener una mente lo mas desprejuiciada posible, de estar dispuesto a cambiar de opinión si se demuestra que estamos equivocados. Como dijo Einstein a raiz de una publicación titulada » Cien científicos alemanes contra las teorías de Einstein»: «¿por qué cien?, si yo estuviese equivocado bastaría un sólo experimento para demostrarlo», en eso se basa el método científico.

    El comentario de Jose M Pineiro es un buen ejemplo de cómo caemos en el conformismo y la inacción…¿para qué vamos a fomentar la paternidad responsable y los métodos anticonceptivos pudiendo liquidar a la gente con pesticidas y aditivos?…

  8. joabbl:

    Me parece que estoy de acuerdo con el comentario de Pineiro : Nosotros solitos nos hemos metido en este lio de superpoblación y ahora no podemos dar a todo el mundo comida de cultivo ecológico libre de pesticidas y demás porque simplemente no sabemos cómo hacerlo. Y encima después de comer todos los días todo el mundo quiere (queremos) un coche para movernos (a veces tontamente) de un lado para otro y eso genera contaminación. Y si la gente come mal por ser pobre también conduce malos vehículos que contaminan una barbaridad, como puede corroborar cualquiera que visite un país del tercer mundo (ahora llamado en vías de desarrollo, que es más políticamente correcto). Pretender hablar de paternidad responsable a la mayoría de esa gente no es diferente de coger la máquina del tiempo y viajar a la España de hace no muchos siglos y explicar ese asunto a un habitante de un pueblo perdido, atontado por la ignorancia y la religión. O de explicarselo al papa.

    En fin, saludos

  9. tomás:

    Estimado Miguel Angel: Estoy de acuerdo con tu explicación y es así como entiendo «aprender a desaprender». A veces resulta difícil librarse de un prejuicio y, como vienes a decir, es necesario ser capaz de dar el máximo valor a la prueba. Entonces la conclusión es que hay que estar dispuesto a reconocer nuestro error, a admitir novedades que pugnan contra esos prejuicios, etc. Lo expresas estupendamente diciendo «una mente abierta».
    Lo que pasa es que soy muy puntilloso y la frase de Punset, que pretende ser ocurrente, no me lo parece. Prefiero, p. ej., como se entiende de tu comentario: «tener una mente abierta, capaz de renunciar a lo previamente aceptado» o «aprender a librarnos de nuestros prejuicios ante lo demostrado» que son menos originales pero más ajustadas a lo que se pretende.

    Me sumo, como tú en tu párrafo último y como joabbl en su 8, a la ironía de Jose M. Pineiro. Una sola observación: Si la única consecuencia fuese una disminución de la población por las dificultades en fecundar, la cosa podría tener su lado tolerable si luego se conseguía arreglar y aprendiésemos de nuestros errores, pero ¿y si acabamos en una humanidad superalérgica o cancerígena desde la concepción o deforme? La perspectiva es horrorosa. Y hemos asistido a varios sucesos que indican esa posibilidad. Me refiero a la «neumonía atípica», la «talidomida», Bhopal, Seveso, Minamata, etc. Además la actual contaminación de todo orden, es insidiosa, no espectacular y la vamos asimilando y aun aceptando.
    Un cordial y preocupado saludo.

  10. RicardM:

    En el artículo reseñado en Scientific American (Neo: el enlace al “artículo original” no funciona) se dice que la U.S. Environmental Protection Agency (EPA) se ha enfrentado a los fabricantes de pesticidas al recomendar estudios sobre potencial de disrupción endocrina en 200 sustancias presentes en alimentos y agua. Los industriales se niegan a realizar estos estudios aduciendo que son caros y pueden ser poco concluyentes (tienen razón en ambas cosas). El conflicto de intereses es más que obvio. Pero hay más: 16 de las sustancias identificadas en el estudio como potenciales disruptores endocrinos no se hayan en esta lista de la EPA. La presión de las autoridades reguladoras es fuerte, pero los intereses económicos lo son más.
    Dicho esto, tampoco hay que sacar las cosas de quicio. Los experimentos que relata el artículo se han realizado en células en cultivo (in vitro) y, aunque no se dice, se supone que a dosis altas, seguramente poco realistas. Es absolutamente necesario identificar la capacidad de interferir en los procesos hormonales, pero es igualmente necesario establecer las dosis a las que se produce dicho efecto en vertebrados superiores. Nunca me cansaré de repetirlo: “la dosis hace al veneno” (Paracelso). Hace un par de años, una estadounidense murió envenenada tras ingerir de golpe unos 8 litros ¡de agua! (es una buena candidata al premio Darwin, la pobre…). La mayoría de los pesticidas que ingerimos, si las cosas se hacen bien, no deberían ser más peligrosos que los medicamentos que tomamos habitualmente para tratar enfermedades no letales. Estoy de acuerdo en que los diferentes riesgos se suman, no son excluyentes, pero, a mi modo de ver, el peligro surge cuando aparecen ganas desmesuradas de ganar dinero y se utilizan sustancias no estudiadas, no autorizadas y/o en cantidades superiores a las permitidas.
    Como dice Pineiro, no podemos dejar de producir alimentos asequibles a los bolsillos modestos o medios (los alimentos llamados ecológicos no son para los pobres) porque no podemos dejar de comer. Pero si podemos presionar a las autoridades para que hagan cumplir la ley; y a la industria agropecuaria para que la cumpla. También nosotros mismos, los consumidores, podemos colaborar adaptando nuestra nutrición a los recursos de nuestro entorno, favoreciendo de esta manera, además de nuestra salud, a una economía sostenible.
    Amigo Tomás, citas varios trágicos sucesos que merecen cada uno un comentario propio. Pero, con la única excepción de la tragedia de la Talidomida, tienen un denominador común: de una manera o de otra fueron fruto de la codicia. Ahí tienes identificada la raíz de la mayoría de nuestros problemas.
    Saludos cordiales a todos.

  11. NeoFronteras:

    Estimado RicardM:
    Gracias por su comentario, éstos son siempre bienvenidos por estar fundados, sobre todo en ciertos campos. El enlace ya está arreglado.
    En cuanto a este problema creo que no es tanto si el problema para la salud es importante o no, sino que se comercialicen y se difundan en el ambiente sustancias que no han sido testadas.
    Que nos volvamos todos medio estériles puede ser casi una bendición. Pero que los casos de cáncer aumenten en número de manera «misteriosa» no lo es tanto.

  12. tomás:

    Muy estimado amigo RicardM: No sabes cómo agradezco -y supongo que la mayoría de nosotros- tu comentario. No voy a detallar sus méritos pues ahí está para ser leído. Una cosa son los temores imprecisos que a veces nos asaltan y otra una opinión documentada.
    Respecto a los casos que refiero, en efecto, cada uno requeriría su particular tratamiento y, si ese denominador común, la codicia que citas es la causa, quizá sólo la educación sea capaces de contrarrestarla, o cambiar algunas leyes de mercado. A veces pienso: ¿qué más da poseer 10 o 100 millones, o 100-1000…? Todo aquello que exceda la posibilidad de ser disfrutado es prescindible y, por otra parte, la satisfacción ha de disminuir conforme quedan menos experiencias por gozar o se ha hecho en demasía.
    Mi mejor saludo.

  13. joabbl:

    Me parece muy acertado el comentario de RicardM y los demás. Me gustaría añadir algo que aunque no tiene relación directa con esta noticia me parece que es mucho más peligroso a corto y largo plazo : me refiero a la contaminación atmosférica. Ese sí que es un problema grave porque ya no estamos hablando de pequeñas dosis de pesticidas que, como bien dice RicardM, no deberían ser peores que los medicamentos al uso. Hace poco leí una entrevista con un científico en la que decía que las partículas de metales pesados que liberan los motores Diesel no pueden ser filtradas por las típicas mascarillas que se usan en muchos países para andar por la calle. Estas partículas tienen graves efectos en la salud a largo plazo y el problema sólo va a empeorar. Y aquí difícilmente podemos culpar a la codicia o a alguna conspiración multinacional. Así que ya no solo hablamos de cambio climático sino de graves problemas de salud.

    Saludos

  14. RicardM:

    Gracias por vuestros elogios. Efectivamente el problema es diseminar en el ambiente sustancias químicas de efectos desconocidos. La nueva normativa europea llamada REACH (Registration, Evaluation, Authorisation and Restriction of Chemicals) tiene como objetivo que todas las sustancias de sìntesis, nuevas o antiguas, reunan unos requisitos mínimos en cuanto a evaluación de su seguridad en humanos y al medio ambiente. Teniendo en cuenta los millones de sustancias químicas tanto antiguas como nuevas disponibles en el mercado es fàcil deducir lo árduo de esta tarea. Pero, al menos, la intención está ahí.
    Muy acertado Neo el comentario sobre la actividad carcinogénica. De hecho los disruptores endocrinos son carcinógenos no genotóxicos porque interfieren en los procesos de proliferación celular, por mecanismos muchas veces desconocidos. Lo que fastidia es que un estudio biológico de carcinogénesis bien hecho vale del orden de 1.5 millones de euros (no es broma!). Por este motivo se está favoreciendo la elaboración de sistemas informáticos de relación estructura química-actividad que permitan predecir toxicidad. Pero las variables son tantas que su fiabilidad es limitada. Hay tanto por hacer…
    Joabbl: de acuerdo con tu comentario sobre las partículas de metales pesados. Cuanto más pequeña es la partícula más peligrosa es, porqué más profundamente penetra en el árbol traqueobronquial. Incluso los metales pesados, aunque en su mayorìa inertes, son peligrosos porque inducen fibrosis pulmomar. Las mascarillas convencionales de papel no solo no sirven para filtrar las partículas más peligrosas sino que (paradójicamente) por sí mismas pueden desprender partículas. Las mascarillas de papel sirven para proteger a los demás de nosotros, como hacen los cirujanos, no para protegernos nosotros de los demás.
    Saludos cordiales, y celebro ser de alguna ayuda.

  15. tomás:

    Pues a ese tema de lo que respiramos me refería en 3, cuando decía que «observo la cúpula de smog sobre la ciudad, guardián de toda la basura aérea que hemos de respirar.» Y seguía aconsejando no reírse del tema para no acabar tosiendo.
    Nada, que estamos todos de acuerdo en que hay mucho por hacer en sentido contrario a lo que estamos haciendo. Neo y RicardM concretan nuestros temores.
    Un abrazo.

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